El Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE formuló hace más de 15 años sus Criterios de Evaluación, los que fueron ampliamente adoptados por la comunidad global de evaluación. Estos se reflejan actualmente en políticas, manuales y en términos de referencia de una amplia gama de evaluaciones individuales por parte de ministerios de desarrollo, agencias, bancos, socios, ONG, etc. Generados originalmente para evaluar programas y proyectos de asistencia al desarrollo, han repercutido en las aproximaciones de la Gestión por Resultados y en una enorme diversidad de escenarios.
Los (ya famosos) criterios son los siguientes:
Pertinencia: El grado en que la actividad de asistencia se adapta a las prioridades y políticas del grupo objetivo, del receptor y del donante.
Eficacia: Medida del grado en que una actividad de asistencia alcanza sus objetivos.
Eficiencia: Mide los resultados (outputs), cualitativos y cuantitativos, en relación con los insumos (inputs). Es un término económico que apunta a detectar si la iniciativa utiliza los recursos menos costosos posibles para lograr los resultados deseados.
Impacto: Refiere a los cambios positivos y negativos producidos por una intervención de desarrollo, directa o indirectamente, intencional o involuntariamente.
Sostenibilidad: Contempla la probabilidad que los beneficios de una actividad continúen después de que se haya retirado el financiamiento de los donantes. La sostenibilidad contempla aspectos tanto ambiental como financiero.
Sin embargo, diversas realidades mundiales son hoy muy diferentes al momento en que estos criterios de evaluación fueron postulados. La globalización y la revolución de la información eran consideradas al inicio del siglo como fuerzas positivas, capaces de conducir a mejores conexiones entre pueblos y países, portadoras de la potencialidad de resolver desafíos como el cambio climático, la migración, los conflictos religiosos e ideológicos así como los racistas y étnicos, etc. En la actualidad somos testigos de la emergencia de movimientos en todo el mundo de rechazo a la globalización y su impacto en la inequidad y la desigualdad. El desarrollo ya no es una preocupación solamente para las naciones y pueblos «subdesarrollados» sino que se presenta como una empresa global, donde todos los países del mundo necesitan «desarrollarse» para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Si bien las
diferencias de ingresos entre los países seguirán siendo un foco clave de las políticas de desarrollo, la expectativa es que ahora se discutan y analicen desde la perspectiva del logro del desarrollo sostenible global.
La evaluación global del desarrollo atraviesa a su vez un cambio similar, desde una profesión que se originó en países y organizaciones donantes, hasta consolidarse en su énfasis en los sistemas de monitoreo y evaluación nacionales en apoyo de las prioridades y los objetivos de los países. Los desafíos a los que se enfrentan los sistemas de evaluación al abordar estos problemas resultan, al mismo tiempo, locales, nacionales y globales. Repensar, revisar, o al menos discutir los criterios de evaluación se convierte entonces en una necesaria e importante actividad.
Leí por primera vez un cuestionamiento a la ubicua utilización de los criterios de evaluaicón del CAD desde una alta esfera del desarrollo en el Blog de Caroline Heider, directora del departamento de Evaluación del Banco Mundial. Ella comenta que los cinco criterios del CAD han venido a sostener y legitimar la enorme mayoría de los sistemas de evaluación en el campo del desarrollo internacional, enmarcando sus preguntas en torno a estos criterios (solicitados desde los Términos de Referencia) y pautando la redacción (en su lenguaje) de los informes de evaluación. Sin embargo, la adhesión mecánica a los mismos en las evaluaciones “… tienden a menudo a dejar a los lectores con preguntas sin respuestas.” Para ella ese fue el puntapié inicial para dar cuenta que, después de 15 años de utilización de los criterios de evaluación del CAD, era hora de replanteárselos. Caroline ha desarrollado una muy completa serie llamada Rethinking Evaluation, dedicada a desempaquetar y
debatir los criterios de evaluación mediante los cuales se juzga el éxito y el fracaso de las intervenciones de asistencia al desarrollo y así valorar si siguen siendo relevantes y aptos para el futuro.
Unos meses más tarde del inicio de dicha serie, Zenda Ofir comenzó en su blog su propia serie de reflexiones (las cuales alcanzaron a seis entradas). Al leer cada una de dichas entradas resulta muchas veces difícil saber si quedarse con la riqueza de sus reflexiones o bien los aportes de sus excelentes comentaristas. ¡Todo vale la pena!
Este movimiento ha precedido (y quizás impulsado) una consulta oficial con las partes interesadas de parte del Comité de Ayuda al Desarrollo, interesado en explorar cómo dichos criterios de evaluación pueden adaptarse al nuevo escenario del desarrollo y a la Agenda 2030. La consulta realiza básicamente tres preguntas:
1. ¿Qué deberíamos mantener tal como está?
2. ¿Qué deberíamos cambiar o adaptar?
3. ¿Hay nuevos criterios que deben agregarse?
El proceso de consulta ya está iniciado y se mantiene abierto hasta el 31 de octubre de 2018. Se puede acceder al mismo en el siguiente enlace: https://dacevaluationcriteria.org/, donde anuncian que en breve estará disponible en castellano y francés.
La organización IDEAS (International Development Evaluation Association), la red global de evaluadores del desarrollo, está directamente involucrada en esta iniciativa de consulta. Además de incentivar a sus miembros a participar en ella, está invitando a incluir la discusión sobre la adaptación de los criterios del CAD en un debate más amplio sobre el futuro de la evaluación del desarrollo global. Me parece un muy buen ejemplo a seguir por otras redes y asociaciones de evaluación regionales y nacionales. 😉 ¿Alguien recoge el guante?

El proyecto «Sociedad Civil y Testeo del Cambio» (CS & TC) es una iniciativa para desarrollar y probar nuevas formas de operación de las organizaciones de la sociedad civil y sus socios. El modelo del proyecto está orientado a grupos de trabajo globales con múltiples partes interesadas (stakeholders) enfocados en áreas donde los cambios operacionales pueden tener el mayor impacto. Para ello se cuenta con un grupo líder que pone a prueba estas ideas y teorías durante un período de varios años. Pueden encontrar una publicación introductoria sobre este proyecto en
Evitar caer en silos organizacionales: el proyecto fue diseñado para enfrentar una amplia gama de desafíos que enfrentan las organizaciones. Pero a medida que las estructuras organizativas (y el ecosistema más amplio) siguen organizándose en «áreas temáticas», también es así como organizamos nuestros grupos de trabajo: participación de los jóvenes, evaluación de impacto, colaboración de múltiples partes interesadas, etc. Aunque nuestro objetivo es mantener el funcionamiento de los grupos y sus experiencias integradas en los niveles de liderazgo más altos de las organizaciones, esto puede resultar un desafío.
Comenzar un nuevo grupo de trabajo diverso es difícil, pero factible: la mayoría de nosotros estamos acostumbrados a comenzar nuevos grupos de trabajo presencialmente (cara a cara). Eso nos da tiempo para ‘orientarnos’ y realizar algo de trabajo en equipo. Hacer esto en línea puede resultar efectivamente más desafiante. Las actividades para conocerse entre los participantes necesitan ser simplificadas. Y sin el beneficio de poder leer fácilmente parte de la comunicación no verbal entre los participantes del grupo, los facilitadores y los asistentes deben trabajar de forma activa en el surgimiento de comentarios que pueden ocurrir de forma más natural en persona. (Las plataformas de videoconferencia bastante confiables, como 
Nota: ver actualizaciones luego de la tabla.
A finales del año 2017 vio a luz en castellano el 


Han pasado ya cinco años desde que escribiera una entrada con el título 
Este viernes 20 de Octubre tenemos la alegría de contar con la presencia de Brad Cousins aquí en el terruño de San Juan, Argentina. Gracias al apoyo y auspicio de la Facultad de Ciencias Sociales, como de la Secretaría de la Gestión Pública de la provincia de San Juan, Brad brindará una conferencia y luego un seminario – taller.


Ya a cinco años de su nacimiento en Ghana, la iniciativa 

Hace más de dos años publicaba aquí una entrada sobre los
Junto a una mayor conciencia global respecto a la relevancia de la evaluación como herramienta clave para apoyar la mejora y/o el desarrollo de políticas públicas, existen también preocupaciones importantes sobre su práctica y legitimidad.
La relevancia de este marco es que 

