Aprendizaje e ingresos: capacitaciones que funcionan (#Eval stories V)

Evaluaciones que marcan la diferencia” es una colección de 8 historias de evaluación recogidas en distintos lugares del mundo, y una de las primeras investigaciones sistemáticas sobre los factores que contribuyen a que las evaluaciones de alta calidad sean utilizadas por las partes interesadas para mejorar los programas y proyectos, y mejorar así la vida de las personas. Estas historias reflejan no sólo el punto de vista de los evaluadores, sino también de quienes comisionan y de quienes usan las evaluaciones. Esta historia es la quinta de las ocho historias desarrolladas en el marco del proyecto. Para compartirlas en Inglés y Francés, visitar el Blog Evaluations that make a difference.

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Captura de pantalla 2016-05-22 a las 7.17.03 a.m.Al igual que muchos países, Kenia tiene una enorme población de jóvenes desempleados. Dependiendo de la perspectiva que uno asuma, esto resulta o bien una bomba de relojería, o bien una oportunidad para la formación profesional: una formación pertinente que permita a los jóvenes encontrar trabajo, ganar y ahorrar dinero, y salir de la pobreza.

El Instituto Comunidad y Progreso de Empoderamiento Juvenil (CAP YEI) abrió su primer centro de formación en Nairobi en el año 2011. En la India, el CAP ya había alcanzado un cierto éxito en brindar a jóvenes vulnerables la oportunidad de adquirir habilidades de trabajo útiles a través de la formación técnica y profesional. Ahora, el CAP YEI estaba dispuesto a aprender cómo este enfoque podría funcionar en Kenia. Financiado por la Fundación MasterCard en el marco de su iniciativa Aprende, Gana y Ahorra, el CAP YEI en colaboración con la Universidad de Minnesota, evalúa el desempeño de su trabajo para hacer cambios tanto en el corto como en el largo plazo y aprender sobre lo que funciona y lo que no. Las evaluaciones en curso han ayudado a dotar a los participantes de Kenia con habilidades técnicas y psicológicas para conseguir un trabajo o bien para iniciar su propio negocio.

Douglas Moseti, coordinador regional de la CAP YEI de Nairobi, ha estado vinculado al programa desde que éste comenzó. «Nos dirigimos a personas entre 18 y 25 años de edad que puedan demostrar que proceden de entornos vulnerables. En general, son personas huérfanas o provienen de familias monoparentales o de familias numerosas, donde un alto número de personas dependen de un único sostén de la familia. »

Moseti sabe lo que significa necesitar una mano amiga en la vida. Él creció en la pobreza y se vio obligado a abandonar la escuela varias veces cuando su madre no pudo pagar las cuotas escolares. Acabó pudiendo finalizar la escuela secundaria gracias a un afortunado encuentro en su iglesia. Sin embargo, con un diploma de escuela secundaria sólo podía aspirar a un trabajo con una remuneración equivalente a US $1 al día. Un curso de capacitación profesional de 2 años estaba fuera de su alcance, al menos por el momento.

Captura de pantalla 2016-05-22 a las 7.17.17 a.m.CAP YEI ofrece 3 meses de capacitación adaptada a la demanda del mercado laboral. Para determinar qué cursos ofrecer, el personal de la CAP YEI explora el mercado local, y contacta a empresas y a empresarios a fin de identificar qué puestos de trabajo de nivel inicial o de entrada están disponibles. Con su primer centro en Nairobi – donde ahora tienen nueve – descubrieron que muchos hoteles requieren personal y guardias de seguridad, y que las empresas de construcción necesitan constructores y electricistas. Aprovechando que CAP YEI se vincula con los potenciales empleadores para identificar qué puestos de trabajo podrían ofrecer a sus graduados, también les pide opinión acerca del contenido de los cursos de capacitación, les anima a que ofrezcan tutorías personalizadas para los estudiantes de CAP YEI así como pasantías en su empresa una vez éstos se hayan graduado en el programa.

Es importante destacar que el ciclo de capacitación no termina con las clases, como ocurre en la mayoría de los programas de capacitación profesional. Cada ciclo culmina una vez cada graduado se ha ubicado en una pasantía o un empleo, o bien ha comenzado su propio negocio. Moseti describe lo que sucedió con el primer grupo de alumnos.

Había 141 estudiantes en esa primera cohorte, atendidos por 6 personas de CAP YEI -quienes éramos muy nuevos. Nos dijeron que deberíamos ubicar en empleos por lo menos al 80% de ellos. Esa vez no alcanzamos la meta, pues la industria no creía que un nuevo empleado pudiera ser entrenado en apenas 3 meses, y no teníamos manera de mostrar a los posibles empleadores que los alumnos sí podían hacer el trabajo que se les encomendaba. Pero nos las apañamos para ubicar laboralmente al 67% de los alumnos, incluyendo a un 5% que iniciaron sus propios negocios.

Luego pasa a describir la evaluación que se lleva a cabo una vez se ha conseguido ubicar laboralmente a cada grupo que se gradúa.
Captura de pantalla 2016-05-22 a las 7.17.54 a.m.Una vez que una cohorte ha completado todo, repasamos la instancia que hemos terminado antes de comenzar con un nuevo grupo. Los facilitadores, el coordinador regional, y el director del programa describen todo el proceso. Nosotros hacemos preguntas: ¿Tenemos las personas adecuadas en las clases? ¿Les transmitimos las habilidades adecuadas? Nos fijamos también en la asistencia del estudiante a las capacitaciones y en el trabajo, y nos preguntamos si su ubicación laboral resultó positiva. ¿Qué curso brindó la mejor oportunidad de una buena ubicación laboral? Cuando la capacitación no conduce a puestos de trabajo, realizamos cambios y procuramos conseguir más gente de la industria que nos ayude y nos diga qué falta, y así ofrecemos eso. En un centro donde los estudiantes tenían dificultades para conseguir trabajo en el área de electricidad y electrónica, llevamos a cabo un nuevo análisis de mercado y diseñamos un plan de estudios para ofrecer capacitación en la construcción. En otro lugar, la confección de prendas de vestir se sustituyó por la capacitación en sistemas de seguridad y de gestión.

James Chepyegon, director del proyecto CAP YEI, utiliza un sistema de información de gestión desarrollado por CAP YEI para recoger datos sobre las inscripciones en los cursos, sobre los graduados por cohorte, la tasa de ubicación de los egresados en el mercado de trabajo, y los cambios en las actitudes y formas de vida de los estudiantes después del entrenamiento.

Los estudiantes son encuestados antes y después de la capacitación para ver cómo sus actitudes han cambiado, cómo realizaron la transición hacia al empleo, cómo han creado sus propias empresas, cómo sus puntos de vista sobre la vida han cambiado como resultado de la formación y el empleo, y cuán bien comprenden las relaciones laborales con los empleadores.

Estos datos relacionados con el proyecto se combinan con datos recogidos anualmente por un equipo de la Universidad de Minnesota, quien viaja hasta Kenia para estudiar a las principales partes interesadas del proyecto, incluyendo por tanto a los participantes y a los empleadores. Sus datos se compilan en un estudio longitudinal para ver cómo la capacitación cambia la trayectoria de vida y modos de vida de los participantes. Esta evaluación de impacto está diseñada para enfatizar el componente de aprendizaje en el monitoreo, la evaluación y la dimensión educativa del programa, a fin de ayudar a CAP YEI a aprender durante la implementación misma de sus acciones y responder a las necesidades de los jóvenes destinatarios.

Uno de los hallazgos más sorprendentes de las evaluaciones ha sido el importante rol que juegan las habilidades para la vida en la preparación de los jóvenes para su inserción en el mundo del trabajo. La profesora Joan Dejaeghere, que lidera el equipo de la Universidad de Minnesota, comenta respecto a las visitas anuales de su equipo, donde realiza encuestas y entrevistas con los participantes.

Año tras año, CAP YEI brinda habilidades para la vida, generando confianza en sí mismos, enseñándoles a ser asertivos, formándolos en la realidad de los mercados de trabajo y su funcionamiento, ubicándolos respecto a dichos mercados y lo que pueden esperar de ellos, y sumando conocimientos de educación financiera. Los jóvenes dicen que esa preparación para la vida es lo que marca la diferencia. Dicen: ahora puedo insertarme en algún trabajo, empezar algo, moverme a algo nuevo y administrar las finanzas.

Captura de pantalla 2016-05-22 a las 7.17.32 a.m.La Dra. Heidi Eschenbacher, otro miembro del equipo, viene a reafirmar esa idea: «Nuestros hallazgos sugieren que la preparación para la vida, combinada con habilidades técnicas, ayudan a los jóvenes a adquirir la confianza suficiente para sentir que ellos pueden utilizar esas habilidades técnicas. En otras palabras, necesitan habilidades para la vida para alcanzar la confianza que les permita ser eficaces en sus habilidades técnicas.

El trabajo que se lleva a cabo sobre las habilidades para la vida va desde tutorías con hombres de negocios exitosos (muchos de los cuales comenzaron con poco pero lograron tener éxito), a la capacitación en educación financiera y la capacitación para jóvenes emprendedores que buscan iniciar su propio negocio. Chepyegon confirma que las evaluaciones muestran claramente que los vínculos que se establecen entre graduados y empleadores, así como el trabajo sobre habilidades para la vida, son elementos que funcionan muy bien en el programas. ‘Son’, dice, ‘el aspecto más relevante para el éxito del CAP YEI en su objectivo de conseguir oportunidades de acceso para los jóvenes.’

Su fuerza reside, en parte, en la forma como el módulo de habilidades para la vida ha ido cambiando en respuesta a las evaluaciones que han hecho los participantes a lo largo del tiempo. Chepyegon añade:

El departamento de iniciativa empresarial se hizo más fuerte, capaz de dar cuenta de las actividades desde el momento en que se identificaron los potenciales emprendedores individuales para ayudarles a poner en marcha sus pequeños negocios, incluyendo la creación y registro de grupos de iniciativa empresarial, y el apoyo para el éxito de sus pequeños negocios. Alrededor de 200 empresarios están actualmente funcionando en trabajos de tiempo completo y parcial.

Moseti comprende bien el incremento de confianza que brinda el hecho de tener un mentor, ya que él mismo lo experimentó. Recuerda:

Una persona prominente me encargó el trabajo de la instalación eléctrica en un edificio muy grande. Dios me concedió el favor del jefe. Siempre que existía la necesidad de un chofer -y dado que yo estaba calificado-, yo era convocado para comprar materiales y hacer recados que requerían de un conductor. Me convertí en su hombre clave en la obra y terminé por convertirme en el capataz de su edificio con responsabilidades eléctricas y en otros sectores de la construcción.

Más tarde Moseti se vinculó a la empresa de Tecnologías de Comunicación e Información de su jefe, fue promovido y consiguió un buen aumento de sueldo. Recientemente, Moseti se reunió con la primera cohorte de graduados en Nairobi que fue seguida por la Universidad de Minnesota para su estudio longitudinal, y tuvo la oportunidad de valorar en qué medida el proyecto puede considerarse un éxito:

Setenta y ocho de los 141 estudiantes asistieron a esa reunión. Todos, menos uno de ellos, estaban trabajando. Descubrí que la mayoría de estos jóvenes (casi el 40%) habían comenzado con auto-empleo en grandes empresas. Una señora se había convertido en una agente para grandes bancos interesados en extender sus servicios a las zonas rurales. Ella dice estar ganando 30.000 chelines al mes a partir de estos servicios de banca móvil, los que incluyen Mpesa, Equity Agent, y Cooperative Bank Agent. Otro graduado importa ropa y zapatos de Dubai, y los vende en Kenia.

La alianza entre aprendizaje y evaluación en CAP YEI está contribuyendo de forma notable a ayudar a los jóvenes a salir adelante y a aprender de lo que se vaya interponiendo en su camino. El profesor David Chapman, co-líder de la evaluación externa, comenta:

Captura de pantalla 2016-05-22 a las 7.18.05 a.m.Ha habido algunas sorpresas en el cuarto año de la recogida de datos de campo, planificada para 5 años. Si bien la sabiduría convencional podría sugerir que los participantes pasan por el entrenamiento y luego encuentran o crean un puesto de trabajo, la realidad es que ellos son actores multitarea para ganar dinero. En sus esfuerzos para iniciar sus propios negocios, estos jóvenes tienen problemas para conseguir el capital necesario. Eso está cambiando lentamente. Los bancos en Kenia han estado a la vanguardia de los servicios bancarios para jóvenes y han encontrado que los programas de préstamos grupales tienen una mejor tasa de reembolso de la que reciben de sus clientes más convencionales.

CAP YEI, en respuesta a este hallazgo, ha procurado alcanzar una serie de alianzas con los proveedores de servicios financieros a fin de dar seguimiento a indicadores claves, como el número de cuentas abiertas, la cantidad de fondos otorgados, la media de capital inicial, la media de ganancia tras la puesta en marcha y el promedio de ahorro por cliente. Todo con el propósito de facilitar a los graduados de su programa obtener el apoyo financiero que necesitan para iniciar sus propios negocios.

En definitiva, el proceso de mejora continua del programa se ha mostrado muy útil para ayudar a los jóvenes a conseguir y mantener buenos empleos. Sobre todo en situaciones dinámicas como las que representan los mercados de trabajo en los que muchos jóvenes ya están listos para entrar.

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Christopher Johnstone, Acacia Nikoi, y los investigadores de la University of Minnesota llevaron adelante la evaluación externa anual del programa, y presentaron los datos que ayudaron a refocalizar la programación del proyecto y mejorar los servicios para los jóvenes.

James Chepyegon, ejecutivo de monitoreo y evaluación, fue el responsable de llevar adelante el monitoreo interno del proyecto, interpretar las implicaciones de los datos de monitoreo y evaluación, y capacitar al personal del proyecto.

Ashok Ankathi (director del proyecto en aquel entonces) realizó cambios programáticos a partir de las recomendaciones de la evaluación.

Douglas Mose  (coordinador regional en Nairobi en ese tiempo) brindó el contexto de los beneficiarios que ayudó a perfilar la historia.

Narradora: Deborah Glassman

Captura de pantalla 2016-05-22 a las 7.18.23 a.m.

 

3 comentarios sobre “Aprendizaje e ingresos: capacitaciones que funcionan (#Eval stories V)

  1. ¡Estupenda historia! Un muy buen relato que muestra perfectamente en qué medida un proceso continuo de evaluación y mejora puede ser útil para ayudar, en este caso, a los jóvenes a obtener y mantener buenos empleos en en situaciones tan dinámicas.

    Un nuevo ejemplo en el que la evaluación y el programa están tan estrechamente relacionados que a veces resulta difícil decir donde el termina el programa y da comienzo la evaluación.

    Gracias!

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    1. Gracias por comentar, Ramón. Efectivamente, ese punto que señalas sobre la vinculación estrecha entre programa y evaluación es algo que creo que vale la pena rescatar, resaltar, y reflexionar al respecto. Avanzar en prácticas de evaluación que tengan esto presente seguramente ayudaría, entre otras cosas, a acentuar con fuerza el componente de aprendizaje de la evaluación que el meramente (y muchas veces preponderante) de control y rendición de cuentas.

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