Allá por el año 2004, Jorge Drexler publicó ECO (Dro-East West), donde incluyó “La Milonga del Moro Judío”. La milonga es un género tradicional de la cultura gauchesca de Uruguay y Argentina, que a él le sirvió como canal para expresar desde la fantasía (o no tanto) los sentimientos cruzados que provoca el largo conflicto entre Israel y Palestina.
Conocí la canción en la versión cantada por Cristina del Valle, quien la arregló mínimamente, y transmite con enorme hondura tanta verdad, tanto dolor. Para escucharla leyendo su bella letra…
en Jerusalén la dorada
y mil vidas malgastadas
por cada mandamiento.
Yo soy polvo de tu viento
y aunque sangro de tu herida
y cada piedra querida
guarda mi amor más profundo,
no hay una piedra en el mundo
que valga lo que una vida.
que vive con las cristianas,
no sé que Dios es el mío
ni quiénes son mis hermanas.
No hay muerto que no me duela,
no hay un bando ganador,
no hay nada más que dolor
y otra vida que se vuela.
La guerra es muy mala escuela
no importa el disfraz que viste,
perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera,
vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste.
que vive con las cristianas,
no sé que Dios es el mío
ni quiénes son mis hermanas.
Y a nadie le di permiso
para matar en mi nombre,
un hombre no es más que un hombre
y si hay Dios, así lo quiso.
El mismo suelo que piso
seguirá, yo me habré ido;
rumbo también del olvido
no hay doctrina que no vaya,
y no hay pueblo que no se haya
sentido el pueblo elegido.
que vive con las cristianas,
no sé que Dios es el mío
ni quiénes son mis hermanas.