Cooperación Internacional, Quo Vadis? (2º parte)

En la primera parte de estas reflexiones sobre la Cooperación Internacional señalé alguno de los temas importantes que la misma no parece abordar ni incluir entre sus preocupaciones. Una mirada adicional al tema la encontré en el excelente blog 3500 millones, en un artículo sobre el fin de la Cooperación Internacional al desarrollo tal cual la hemos conocido hasta el momento. Del mismo , me llamaron la atención las siguientes aseveraciones:

China habría destinado en 2007 a la asistencia internacional cerca de 25.000 millones de dólares, buena parte de ellos para la construcción de infraestructuras en África.

La propia Sudáfrica tiene planes para formalizar su programa de cooperación con un presupuesto anual de entre el 0,2 y el 0,4 por ciento de su PNB, cercano al esfuerzo que realizan países como España.

India… pasaba a convertirse formalmente en donante internacional. … este país tiene intención de establecer una Agencia de Colaboración en el Desarrollo dotada con más de 2.000 millones de dólares anuales durante los próximos cinco años.

Pero donde el artículo terminó de atraparme fue con la frase Y hace ya tiempo que América Latina se guisa y se come una parte considerable de su cooperación (simpática frase, a fin de cuentas, no?).  El link en cuestión lleva al Informe de la Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica 2010, publicado en Noviembre del año pasado. En él se señala que las tendencias mundiales de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD)  se han mantenido durante la última década, caracterizadas por un crecimiento de los volúmenes totales de AOD, la orientación hacia los Objetivos del Milenio, y el desplazamiento de América Latina como receptora de dicha ayuda.  La región ha experimentado ciertos cambios relevantes en el período, siendo en la actualidad Estados Unidos y España los principales donantes para la región, tal cual lo ilustra el informe (un dato para matizar es que Estados Unidos concentra casi el 50% de su ayuda en Colombia, la cual recibe de esta fuente unas 2/3 partes de toda la AOD) :

El informe se detiene en el abordaje de distintas  modalidades de Cooperación Sur-Sur: la Cooperación Horizontal Sur-Sur (tanto Bilateral como  Regional) y  la Triangular.  Es así que las instituciones de cooperación en Iberoamérica muestran procesos donde varios países asumen un rol dual de oferentes y demandantes (como gestores y administradores) de  la cooperación externa. Los mayores oferentes de proyectos de cooperación en la región (durante el año 2009) fueron Venezuela y Cuba, seguidos por México, Brasil y Argentina, siendo de índole social un  40%  de dichos proyectos .

Esto marca un contraste con la larga tradición receptora de ayuda internacional de la región, y la sitúa a la vez como un caso más de los cambios actuales en la naturaleza de  la Cooperación Internacional. Esta Cooperación Sur-Sur es la modalidad en la cual países en desarrollo, generalmente miembros del grupo de renta media, comienzan a dar cuenta de un rol mixto, poniendo a disposición de países de similar o menor nivel de desarrollo no sólo recursos económicos, sino también capacidades, información y experiencias (una introducción al tema se encuentra aquí).  Para Jonathan Glennie, mientras los modelos de desarrollo del norte favorecen términos tales como crecimiento y reducción de la pobreza, la cooperación Sur-Sur pone el énfasis en empleo y fortalecimiento institucional; mientras los donantes del norte se muestran encantados con la agenda que coloca en su centro los “resultados” (objetivos de corto plazo), la cooperación Sur-Sur reconoce la importancia de los procesos y el desarrollo de capacidades en el largo plazo.  Sin embargo, insiste el autor correctísimamente, no deberíamos caer en una visión romántica de este tipo de cooperación que, por poner el énfasis en la geografía, estuviera desconociendo cuestiones de fondo como la verdadera horizontalidad en la interacción, así como la real capacidad de responder a las necesidades de las poblaciones más vulnerables.

Varias de esas preocupaciones, y unas cuantas más, están reflejadas en el documento Mito y Realidad de la Ayuda Externa publicado por ALOP, la Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción al Desarrollo, red regional que agrupa a 48 ONGs de Desarrollo de 19 países de América Latina y El Caribe. Vale la pena consultarlo y leer algunos de sus capítulos (también su anexo es valioso en cuánto links diversos sobre esta temática).  En dicho documento encontré la siguiente reflexión:

si la crisis permanente que viven las políticas de cooperación al desarrollo  fuesen imputables a la crisis financiera  que ha conmocionado a los bancos, las  bolsas, los gobiernos y las economías del  primer mundo…., el dato sería esperanzador  porque en un par de años volveríamos al  buen camino de una cooperación generosa
para el desarrollo. Desgraciadamente, esta  crisis apenas está teniendo incidencia sobre las cantidades  globales y las políticas de cooperación por  la sencilla razón de que éstas se hallan en  una crisis endémica permanente por causas estructurales profundas, de modo que la  actual crisis apenas puede servir como  coartada o disculpa para prorrogar una situación de  suyo insostenible …
”. Alberto Hidalgo

Vivimos tiempos apasionantes en la definición y re-definición de la Cooperación Internacional.  La cercanía del encuentro de Busán en Corea del Sur se presenta como un espacio a no descuidar en nuestra atención por los posibles efectos que de ahí se generen (se puede ver el último borrador aquí). Para reflexionar sobre los temas de la cooperación Sur-Sur, qué mejor que mirar el documento final emanado recientemente en Bogotá del Taller ““Aprendiendo de la Cooperación Sur-Sur y Triangular: Compartiendo conocimiento para el desarrollo”.

Particularmente me interesa saber si habrá espacio en Busán para una mayor atención a las capacidades locales, discutida en la blogósfera del desarrollo estos días como un importante pendiente de dicha agenda.

7 comentarios sobre “Cooperación Internacional, Quo Vadis? (2º parte)

  1. En el caso de la cooperación española hay que tener en cuenta que la cooperación descentralizada cumple un importante papel. Las declaraciones enfocadas a la eficacia de la ayuda suelen estar orientadas principalmente a cooperación bilateral/etática y no se adecuan a la cooperación descentralizada aunque ésta se alinie sobre estos principios.
    Esta cooperación descentralizada podría aprovechar de la crisis para alejarse del modelo asistencialista y acercarse a un modelo de «trabajo conjunto», que al fin y al cabo es lo que realmente debería significar «co-operación».

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  2. realizando una investigación sobre la eficacia de la cooperación europea al nivel local en América latina y me interesa mucho este articulo. el ultimo informe de la OCDE sobre la AOD hacia América latina destaca el papel de España y la UE como segundo y tercero donantes el ultimo año. Igualmente el observatorio de la cooperación descentralizada UE-ALC propone un documento muy interesante sobre el tema: http://www.observ-ocd.org/scripts/ftpisa.dll?fnew?ocd&libreria/371.pdf así como múltiples artículos en cuanto de la manera de considerar la cooperación descentralizada en relacin con CGLU http://www.google.com/url?sa=t&source=web&cd=1&ved=0CBoQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.cities-localgovernments.org%2Fcommittees%2FCIB%2FUpload%2Fnewsletters%2FSP_UCLG_Position_Paper_Final.pdf&rct=j&q=CGLU%20eficacia%20de%20la%20ayuda&ei=BVGWTtXGFYegtweoiZH8Aw&usg=AFQjCNFW4AR-IOZ-h-LDtt5g-bD4nM3YFQ&cad=rja

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  3. Realmente es cierto lo Que se dice de los países del primer orden que su mayor parte de ayuda va dirigida hacia Africa , el mayor volumen de ayuda de Estados Unidos va hacia Colombia, y el resto son convenios de cooperación institucional a través de los diferentes gobiernos, pero el caso es que en América Latina , no hemos tenido el privilegio de poder conseguir ayudas internacionales para el desarrollo de los proyectos de las ONG O DE OTRAS INSTITUCIONES DE CARÁCTER SOCIAL, CON BUENOS PROYECTOS PARA AYUDA A LOS Más NECESITADOS y marginados porqué no pueden producir por falta de medios, tanto en educación, en vivienda , en agricultura etec, que sería muy larga la lista, pero Que nos vemos privados de desarrollar estos proyectos como están concebidos por falta de financiamiento, que si los hubiera podríamos incorporar a los medios productivos de los diferentes países, a muchas personas que pasarían a ser entes productivos para nuestros países, con lo cuál elevaríamos el autoestima bien tenido a menos de éstas clases sociales mas desprotegidas, creemos entre todos los interesados en mejorar las condiciones de vida de las gentes de nuestros diversos países..

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  4. Ya ha pasado bastante tiempo desde el último comentario, pero este segundo y estimulante artículo de Pablo y los interesantes comentarios que le han complementado, me llevan a compartir un par de puntos de vista. Primero, la AOD permite tener una idea de cómo los países miembros de la OCDE se han comprometido con el desarrollo de los más pobres. Ahora bien, una parte creciente de la AOD está compuesta de créditos y sólo un 55% de los USD 128.7 miles de millones (cifra del CAD) otorgados en 2010 pueden ser considerados “Ayuda Real”, según ACTIONAID. (La ayuda real, cómo la define esta organización, es aquella que permite la disminución del nivel de dependencia en la ayuda internacional de los países recipientes). Y, en segundo lugar, aunque la proporción de PNB que esta ayuda de 2010 representa (0.32%, según el informe del CAD de 2011) es considerada trascendental, seguimos lejos del 0.7 % previsto en 1980. Con esto quiero subrayar que el concepto de ayuda real mencionado es un criterio importante para juzgar el impacto de la asistencia para el desarrollo. Gracias a este tipo de indicador de impacto, es posible juzgar con cierta coherencia la calidad de la ayuda ofrecida y, hasta cierto punto, el nivel de compromiso político de los donantes. Lo mismo se debería aplicar a la cooperación Sur-Sur; sobre todo ahora que ésta comienza a tomar forma y especialmente en América Latina. Además no hay que olvidar que países cómo India (que prevé dedicar US$ 2.000 millones anuales a la cooperación, cómo lo menciona Pablo) siguen siendo receptores de AOD, cómo en el caso de Cuba y de Venezuela. Por último, un corto comentario sobre la ayuda descentralizada. Esta es quizás una de las formas de cooperación que más ha crecido últimamente en países en conflicto en varios continentes, desde Colombia a Afganistán. Su impacto para el desarrollo de regiones o de comunidades es indudable, pero también lo es el papel que sus cooperantes han asumido en muchas partes en calidad de “acompañantes” (cómo les llaman en Colombia) o testigos de la realidad que sirven de “protectores” ante agresiones contra civiles, pero también de “denunciantes” de cualquier violación de derechos y, a menudo, de apoyo esencial a los/las portavoces de esas comunidades. Se trata entonces de una cooperación para el desarrollo local, pero con características eminentemente políticas.

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  5. A partir de algunas ideas de estos comentarios, me nace compartirles un par de documentos que me han parecido sumamente interesantes, y sobre los cuales confío escribir algo en algún momento. Son de Carlos Gómez Gil, profesor de la Universidad de Alicante y especialista en políticas de cooperación, y creo que suman al entendimiento de este tema que venimos comentando en general, y de la cooperación descentralizada en particular:

    a) «Una visión panorámica de la cooperación descentralizada de las entidades locales» http://j.mp/rvmrwm

    b) «La Cooperación descentralizada en España, motor de cambio o espacio de incertidumbre?» http://j.mp/rJ0rSF

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